En ocasión al “Día del Uno” realizado en el marco del Sudamericano de Arqueros organizado por la Conmebol, aprovechamos para hablar con los que en los torneos de Exas vuelan sin precisar una capa, utilizan guantes haga frío o calor, y quienes antes que darle una patada le dan una caricia a la pelota.
En esta tercera parte de la nota a tres grandes arqueros, Gabriel Riera –golero de La Naranja 2010 del ExaCampoalto- recordó que su vocación de ser arquero nació en a los 12 años “cuando en una de las clases de educación física nadie se quiso quedar en el arco. Yo me quedé y tuve una muy buena actuación. Desde ese momento me gustó muchísimo y nació el espíritu de ser arquero”, comentó.
Al ser consultado sobre sus características, afirmó que tiene “una buena ubicación en el arco, mucha rapidez de pierna, achico muy bien y se leer bien las jugadas”. Además “tengo esa capacidad de anticiparme a los hechos y poder cortar una jugada en el caso de que fuese así”.
El puesto de arquero “es muy ingrato, súper complicado, el más difícil dentro de los jugadores de fútbol. Uno tiene que ser muy fuerte psicológicamente para aguantar todas las críticas”, agregó. Pero contrarrestando todos estos detalles negativos, Gabriel afirmó que“a la vez es un puesto muy bueno y que te puede dar muchas satisfacciones”.
“Desde el año 2007 al 2011 le seguía mucho y le tenía como un espejo al que es arquero de Cerro Porteño ahora, Juan Pablo Carrizo, cuando él estaba en River, por la personalidad que tenía. Me gustaba el carácter y el liderazgo que tenía con el equipo. Además era un genio jugando con los pies y tenía muchos reflejos dentro del arco. En la actualidad me gusta Buffon y Ter Stegen del Barcelona”, expresó al ser consultado por sus referentes para finalizar la nota.