No son exalumnos, sino antiguos alumnos. El Exa Campoalto cumple 24 años en el presente 2018 y este sábado 17 de marzo en que se disputó la cuarta fecha de su torneo tuvimos la ocasión de conversar con uno de sus fundadores, Carlos Casagna, quien juega en el equipo denominado Primeras Promociones, y nos contó cómo fueron los inicios del Exa Campoalto.
¿Cómo fueron los primeros torneos del Exa Campoalto?
La primera Promoción del Colegio fue la 92 y nosotros somos la segunda promoción, 93. Al poco tiempo de los primeros egresos surgió la idea de empezar un torneo y el primero se disputó en el año 1994.
El torneo se llama Fundación por que se conmemora la fundación de la Asociación de Antiguos Alumnos. En Campoalto, a diferencia de otros colegios, al exalumno no se lo denomina ‘antiguo alumno’ porque existe el concepto de que el alumno que se graduó sigue siendo parte del Colegio.
En aquel entonces solo éramos dos Promociones y alcanzamos para hacer un equipo de antiguos alumnos. Los otros equipos participantes fueron: un equipo de padres, uno de profesores y dos equipos de alumnos del Colegio.
Así fueron las competencias en las primeras ediciones y a medida que egresaban más Promociones, dejamos de jugar con los padres, con los profesores y en muy contadas ocasiones teníamos un equipo de alumnos que todavía no se recibió.
¿Se puede pensar en habilitar otra categoría?
Esa es la intención, pero tiene que haber regularidad y compromiso de los muchachos como para poder planificar. Los muchachos se anotan a última hora o hay Promociones que estaban para jugar, pero no se inscriben. En ese sentido es un poco difícil la organización por eso no podemos todavía llegar a esa división, esperemos que con el tiempo se pueda dar.
¿Qué significa el Exa para ustedes?
Yo soy de la segunda Promoción y mis padres fueron fundadores de este Colegio, también fui profesor y muchos de estos chicos fueron mis alumnos, entonces –en mi caso particular- significa verlos después de mucho tiempo, estar en contacto, ver como están y cómo avanza la vida. Es una oportunidad para volver a reunirnos, a vernos y de esa manera ayudar a que se preserve el espíritu del Colegio.