El futbolista Rodrigo Rojas recibió en la concentración del Club Olimpia a Jorge Escobar del Exa CESCJ, quien ofició de periodista para conversar sobre lo que nos apasiona, el fútbol, desde la perspectiva de un profesional. Rodrigo recordó su época de Colegio, habló de lo que siente como Exa y comentó una particular anécdota.
El mundo del Exa se está haciendo cada día más profesional. Los cuidados en la alimentación, las concentraciones y el ejercicio de la motivación se van aplicando también al fútbol amateur, y Jorge le consultó a Rodrigo sobre estos pequeños detalles.
“Las comidas preferidas siempre son las menos indicadas para la alta competencia” afirmó el mediocampista del Decano, quien confesó que si bien está “sufriendo demasiadas privaciones” esto “es un esfuerzo que hay que hacer indefectiblemente porque cada día el fútbol se va haciendo más competitivo físicamente y hay que estar preparado en todos los sentidos”.
Afirmó que “la alimentación y el descanso son fundamentales en la alta competencia ya que uno no puede regalar nada”. El cambio que logró fue notado por Rodrigo quien admitió que “esa diferencia que da el tipo de alimentación se nota cuando uno tiene partidos tan seguidos, cargados de intensidad, con viajes y cambios de husos horarios, en donde el margen de error es tan chico”.
Ser futbolista –mirando desde afuera- podría decirse que es fácil, pero Rojas afirma que si bien “muchos piensan que llegás a Primera y ya está”, esto no es así. “Una vez ahí es una selva; siempre tenés competencia y si te relajás, te dormís, o te lesionas, 10 están esperando tu lugar. Por eso hay que ser fuerte de la cabeza en cuanto a convicción de a dónde uno quiere llegar”.
La otra cara del fútbol
En el fútbol profesional no todo es color de rosa, y Rodrigo nos dio una clave para enfrentar las dificultades: “Uno normalmente tiene más decepciones que alegrías, pero hay que tratar de que cada desilusión te sirva para tomar impulso y volver a renovar esa esperanza e ilusión de conseguir algo”.
Otra situación que podría tomarse como la cara negra del fútbol es que “el margen de edad cada vez se acorta más porque hay demasiada competencia. Los futbolistas en Inferiores o Reserva muy rápido son descartados, uno es prácticamente desechable, y si no te toca jugar entre los 18 y 21 años –con algunas excepciones- es difícil que llegues a ser profesional”.
“Muchos jóvenes apuestan a dedicarse solamente al fútbol y cuando no les resulta es muy frustrante y a veces no tienen una segunda opción. En mi caso tuve la suerte de no llegar a ese punto ya que cuando estaba finalizando el Colegio ya estaba empezando a jugar en Primera”, recordó el jugador del Club Olimpia.
Uno de sus más importantes títulos: el del Bachillerato
Al hablar de su época del Colegio, Rodrigo dijo que si bien en el último año prácticamente no pudo asistir a clases, “siempre tuve como objetivo terminar el Colegio con un grupo de compañeros y no hacer curso rápido”.
“No pude ir a la colación ni al viaje con los compañeros, y aunque hoy es fácil decirlo, en su momento fue complicado. Rendí en febrero directamente porque estuve convocado en la Selección Sub 20 en época de exámenes finales y no pude ir a rendir. Pude pasar y terminar, y tener el título de bachillerato. Fue un logro muy importante para la dificultad de la profesión y para lo que yo veía de mis propios colegas a quienes se les complicaba bastante y muchos tenían que dejar el estudio”.
Rodrigo en los torneos del Exa
Rodrigo recordó haber asistido en algunas ocasiones a los torneos a mirar, y afirmó que “veía que era una excusa para volver a juntarse con amigos y compañeros de tanto tiempo, que cada uno ya tiene su propia vida, su propia actividad, y es el único momento en la semana para despejarse, olvidar los problemas, tener ese rato de distracción”.
El Exa “mezcla muchas cosas: el fútbol que es algo muy cultural acá, el compartir recuerdos y el tercer tiempo que es inevitable y que dura más que los partidos normalmente y que es parte de la cultura”, a entender del futbolista.
La anécdota que contarían de Rodrigo Rojas en el tercer tiempo de su Exa
“En el último año del Colegio casi no iba a las clases porque entraba en el turno mañana y los entrenamientos eran a la mañana. Igual al terminar la práctica iba para las últimas horas”, recuerda para dar paso a la verdadera historia.
“Y una vez me levanté temprano y como no entrenaba a la mañana ese día fui, y al llegar al Colegio me encontré con que no había clases por el día de la Virgen o algo así. Hasta ahora mis compañeros se ríen de mí por esa anécdota de que nunca iba y cuando fui no había clases”.
Jugar con los amigos es
Para Rodrigo, la gran diferencia de jugar con los amigos y jugar al fútbol profesionalmente es que “aunque siempre se quiere ganar, el resultado es lo de menos” y “uno va con otro tipo de predisposición pensando más en lo que va a hacer después del partido”.
Sin embargo, en el fútbol profesional “uno no sabe qué va a hacer después, porque depende del resultado del partido si podés salir a comer o si te quedas en tu casa. A veces uno también exagera con eso, pero los ánimos influyen muchísimo. Un resultado te cambia totalmente el sentir de ese momento y a veces no tenés ganas de nada más que de estar en tu casa”.
Para cerrar la nota concedida a nuestro excelente periodista de la fecha, Jorge Escobar del Exa CESCJ, Rodrigo Rojas dejó como mensaje para los Exas que aprovechen lo lindo que les da el fútbol que sirve como excusa para compartir con amigos y disfrutar.